Giraffe Manor
Si pones el hashtag #GiraffeManor en Instagram, te aparecen más de 42 mil fotos!!!! Así de instagrameable es el famoso hotel de las jirafas. Antes de conocerlo mis dudas siempre eran, ¿cómo es que todos sus visitantes tienen fotos que parecen de revista?, ¿será todo realidad?, ¿valdrá la pena ir? En este post te cuento mi experiencia y la respuesta a todas estas preguntas.
Giraffe Manor es uno de los hoteles más lindos del mundo. Está en la capital de Kenia, Nairobi y fue construido en 1932 por Sir. David Duncan. En 1974, la mansión fue comprada por Betty Leslie Melville y su esposo Jock, quienes se mudaron a su nueva casa con 3 jirafas salvajes. Al poco tiempo, Betty se enteró que las jirafas Rothschild estaban en peligro de extinción (en ese año solo había 120 en todo el mundo). La familia empezó adoptando a una jirafa bebé y terminaron con un total de 12 viviendo en su “jardín”. Es ahí cuando Leslie, la hija de Betty, decide fundar el Fondo Africano Para la Vida Silvestre en Peligro de Extinción. Ella creó un santuario para cuidar a las jirafas, fomentar su reproducción y educar a las personas sobre su conservación. Por tradición, las jirafas reciben el nombre de la persona que contribuye de manera significativa a su cuidado.
En 1983 cuando muere Jock, Betty decidió heredarle la propiedad a su hijo Rick y a su esposa, quienes convirtieron a Giraffe Manor en un hotel boutique, donde los huéspedes tienen el privilegio de convivir con las jirafas. El hotel tiene 12 cuartos, todos distintos. Finalmente, en 2009, el lugar fue comprado por The Safari Collection, una cadena de hoteles de lujo, todos en Kenia.
Nuestra Experiencia
Para llegar al hotel pasas por la ciudad de Nairobi hasta adentrarte en un bosque de 140 acres; tan sólo 20 minutos después, te encuentras con un castillo de cuento, rodeado por árboles y enredaderas, donde mágicamente van apareciendo las jirafas Rothschild. No puedes creer lo que ves, a diferencia de un safari, aquí estás en un perímetro mucho más pequeño y te encuentras con estos animales majestuosos a los que te puedes acercar y hasta darles de comer.
Nosotros nos quedamos solo una noche en el hotel, pero para mí fue el tiempo suficiente. La experiencia de Giraffe Manor es única, y la recomiendo totalmente.
Es un hotel caro: cuesta 800 dólares la noche por persona, y en temporada alta puede llegar a costar hasta 2 mil dólares, con tener la oportunidad de vivirlo una vez se te queda en el corazón para siempre.
A las 5 de la tarde es la hora del té, sales al patio y empiezan a llegar las jirafas. El personal del hotel te dice cómo darles de comer y te empiezan a tomar fotos (misterio resuelto, el mismo personal del hotel es quién toma las fotos y ya son expertos). Arman un brunch divino con sandwichitos, galletitas, té y vino, todo muy lindo montado. A nosotros nos tocó ver 12 jirafas y un bebé que había nacido 2 días antes, a todas les puedes dar de comer. Todas son muy cariñosas y están muy acostumbradas a las personas. Aún así te advierten que no pases por debajo de ellas cuando están inclinadas comiendo, una patada de alguna y para qué quieres.
Para la cena montan una mesa para 24 personas y todos los huéspedes cenan juntos. Lo primero que notamos fue que éramos la pareja más joven en el hotel, los demás huéspedes eran parejas de entre 60 y 70 años, y una mamá con su hija. Esto está padre porque conoces gente de todo el mundo, que de otra forma no hablarías con ellos (como por ejemplo, una pareja de Isle of Man, una isla Británica en el mar de Irlanda con 80,000 habitantes). El tema de la cena: los itinerarios. De dónde vienen, que sigue y recomendaciones de lugares.
El hotel solo tiene 12 cuartos, todos diferentes y nombrados después de las jirafas más reconocidas del hotel, con la excepción de uno, “Finch Hatton Suite”. Esta habitación, en la cual nos quedamos nosotros, lleva el nombre de un aristócrata inglés del siglo XIX. Al entrar a la habitación por primera vez, no puedes evitar sorprenderte por el espacio y la atención a cada detalle. El conjunto total de la decoración, ya sean los muebles, los cuadros, los libros y todo detalle te trasladan a una época en la cual bien podría encontrarse Ernest Heminway escribiendo su famoso libro, Las Verdes Planicies de África.
Al día siguiente, el highlight de Giraffe Manor: ¡el desayuno! Este es el momento para tomar la foto más popular en Instagram, desayunando mientras las jirafas se asoman por las ventanas para comer contigo. ¡Todo este momento es real! Jaja Tienes tu plato de fruta y huevos estrellados enfrente, pero lo único en lo que te puedes concentrar es en darle de comer a la jirafa que estiró su cuello por la ventana para desayunar contigo. Cuando esto pasa, sabes que lo que pagaste is worth every penny. Las jirafas son muy tempraneras, por lo que te piden estar a las 7:00 am en el desayunador para aprovechar toda la experiencia, terminando a las 10:00 am.
Si eres amante de las jirafas, o si quieres vivir una experiencia única en el mundo, este hotel es la opción para ti. Una parte de lo que pagas se va directamente al Fondo Africano Para la Vida Silvestre en Peligro de Extinción. También puedes adoptar una jirafa, y ellos se comprometen a mandarte reportes mensuales y fotos.